viernes, 8 de enero de 2016

Solubilidad

Cuando añadimos una cucharada de azúcar a un vaso con agua observamos que se disuelve. Pero, ¿podremos disolver cualquier cantidad de azúcar? La experiencia nos dice que no.

En general, a una temperatura determinada, un disolvente sólo admite soluto hasta una cierta concentración. Así, por ejemplo, en 100g de agua sólo se disuelven 32g de cloruro de potasio, a 20ºC.

Disolución saturada es aquella que, a una temperatura determinada, ya no disuelve más soluto. La concentración de la disolución saturada a una temperatura determinada se denomina solubilidad.

Ésta puede expresarse en cualquier unidad de concentración. Sin embargo, suele darse en gramos de soluto por 100g de disolvente o en molaridad.

La solubilidad de un soluto sólido en un disolvente determinado suele aumentar al elevar la temperatura, de manera que podremos disolver más cantidad de soluto si aumentamos la temperatura de la mezcla.


Por el contrario, cuando se trata de gases, su solubilidad en un disolvente suele aumentar al disminuir la temperatura.


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